Beneficios clave de la mantequilla de almendras casera:
- Rica en nutrientes: Contiene vitamina E, magnesio, potasio y calcio, esenciales para la salud ósea y muscular.
- Fuente de grasas saludables: Proporciona grasas monoinsaturadas que benefician la salud cardiovascular.
- Alta en proteínas: Ideal para apoyar el crecimiento muscular y mantenerte saciado por más tiempo.
- Sin conservantes: Al hacerla en casa, evitas aditivos y conservantes que suelen encontrarse en las versiones comerciales.
- Buena para el corazón: Las almendras pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo).
- Rica en antioxidantes: Especialmente vitamina E, que ayuda a proteger las células del daño oxidativo.
- Ayuda a controlar el azúcar en sangre: El consumo de almendras puede mejorar la respuesta de insulina y estabilizar los niveles de glucosa.
- Fácil de personalizar: Puedes ajustarla a tu gusto, añadiendo o no sal, endulzantes naturales o aceites saludables.
Es una opción nutritiva y deliciosa para incluir en una dieta balanceada.
Receta fácil para preparar mantequilla de almendras casera:
Ingredientes:
- 2 tazas de almendras crudas o tostadas (según tu preferencia)
- 1/4 cucharadita de sal (opcional)
- 1 cucharadita de aceite de coco o aceite vegetal (opcional, para una textura más suave)
Instrucciones:
Tostar las almendras (opcional):
Si prefieres un sabor más profundo, tuesta las almendras en una bandeja para horno a 175°C (350°F) durante 10-15 minutos, removiéndolas a la mitad del tiempo para que no se quemen. Deja enfriar unos minutos antes de procesarlas.
Procesar las almendras:
Coloca las almendras en un procesador de alimentos o licuadora de alta potencia. Tritura a alta velocidad. Primero, las almendras se desmenuzarán en trozos pequeños y luego comenzarán a liberar su aceite, convirtiéndose en una pasta.
Raspar los lados:
A medida que las almendras se vayan triturando, raspa los lados del procesador para asegurarte de que todo se mezcle de manera uniforme.
Agregar sal y aceite (opcional):
Si prefieres una mantequilla más cremosa o si las almendras están secas, añade un poco de aceite de coco o aceite vegetal para suavizar la mezcla. También puedes agregar una pizca de sal al gusto.
Mezclar hasta que quede suave:
Sigue procesando hasta que la mantequilla esté suave y cremosa. Esto puede tomar entre 10 y 15 minutos dependiendo de la potencia del procesador.
Almacenar:
Transfiere la mantequilla de almendras a un frasco hermético. Puedes guardarla en la nevera para mantenerla fresca por hasta 2-3 semanas.
Opcional:
- Para darle un toque dulce, puedes añadir un poco de miel, jarabe de arce, o dátiles.
¡Listo! Ahora tienes mantequilla de almendras casera, perfecta para untar o como ingrediente en tus recetas favoritas
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